jueves, 30 de abril de 2020

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Actividad 1: Elección de un poema


Actividad 1: Elección de un poema 

miércoles, 1 de julio de 2009

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martes, 30 de junio de 2009

Tema 3. Propiedades del texto

Se conoce como propiedades del texto a todos los requisitos que ha de cumplir cualquier manifestación verbal para poder considerarse un texto y, por lo tanto, para poder transmitir el mensaje en un proceso de comunicación, es decir, que exprese un significado completo que no dificulte la comprensión de la información.
Las propiedades del texto son seis: Adecuación, coherencia, cohesión, gramática o corrección, presentación y estilística.

Adecuación.
Es la encargada del diálogo y del registro del texto.

En otras palabras, es el conocimiento y el dominio de la diversidad lingüística. La lengua no es uniforme ni homogénea, sino que presenta variaciones según factores como: la geografía, la historia, el grupo social, la situación de comunicación, la interrelación entre los hablantes, el canal de comunicación, etc. Todo hablante de una zona geográfica elegirá entre hablar o escribir en su propio dialecto (si se encuentra con gente de la misma zona) o en el estándar regional correspondiente. Además puede optar por hacer uso de una lengua vulgar, coloquial, familiar, culta-especializada o técnica.

En caso de la literatura se utilizan recursos como la onomatopeya para dar el sentido:

Coherencia.
Se refiere a la información o contenido.
Hace referencia al dominio del procesamiento de la información. El mensaje o la información que trasmiten los textos se estructuran de una determinada forma, según cada situación de comunicación. La coherencia establece cuál es la información pertinente que se ha de comunicar y cómo se ha de hacer (en qué orden, con qué grado de precisión o detalle, con qué estructura, etc.)

Elementos de la coherencia
“Pensó en los otros, en la clase de abajo, debía de estar dando precisamente Lengua. Quizá tuvieran que escribir una redacción sobre algún tema aburridísimo.
Bastián miró el libro.
«Me gustaría saber», se dijo, «qué pasa realmente en un libro cuando está cerrado. Naturalmente, dentro hay solo letras impresas sobre el papel, pero sin embargo… Algo debe de pasar, porque cuando lo abro aparece de pronto una historia entera. Dentro hay personas que no conozco todavía, y todas las aventuras, hazañas y peleas posibles… y a veces se producen tormentas en el mar o se llega a países o ciudades exóticos. Todo está en el libro de algún modo. Para vivirlo hay que leerlo, eso está claro. Pero está dentro ya antes. Me gustaría saber de qué modo.»
Y de pronto sintió que el momento era casi solemne.
Se sentó derecho, cogió el libro, lo abrió por la primera página y

comenzó a leer

La historia interminable”
[2]

Cohesión.
Se responsabiliza de las conexiones entre las frases u oraciones.
Se refiere a las estructuras gramaticales del texto. Las oraciones que conforman un discurso no son unidades aisladas e inconexas, puestas una al lado de la otra, sino que están vinculadas o relacionadas con medios gramaticales diversos (puntuación, conjunciones, artículos, pronombres, sinónimos, entonación, entre otros), de manera que conforman entre sí una imbricada red de conexiones lingüísticas, la cual hace posible la codificación y decodificación del texto.

Gramática o corrección.
Se encarga de la formación de las frases u oraciones.
En otras palabras, quien es capaz de usar la lengua tiene algunos conocimientos de gramática y tendría que saber hacer uso de ella en determinadas situaciones, por ejemplo distinguir el tipo de frases que utilizará con un grupo de amigos en la escuela, que es diferente al grupo de amigos de la colonia o el barrio y este ambiente es todavía más diferente cuando nos invitan a conocer a la familia de algún amigo. Indiscutiblemente, si deseamos crear una buena imagen, entonces utilizaremos una forma de expresión diferente en esta última situación, y en cada una de las que participemos.
Lo mismo ocurre con los amigos, no podemos utilizar una lengua demasiado estructurada porque estaríamos fuera de contexto y por lo tanto alguien se sentirá agraviado o seremos motivo de mofa
[3], es decir, el blanco para los siguientes comentarios.
La gramática en sí, es un conjunto de reglas que rigen a la lengua, entre ellas las de acentuación, puntuación, ortografía; son conocimientos obligados que nos ayudarán a corregir un escrito. Pero también dan sentido al texto:

Dar
Todo hombre que te busca va a pedirte algo: el rico aburrido, la amenidad de tu conversación; el pobre, tu dinero; el triste, un consuelo; el débil, un estímulo; el que lucha, una ayuda moral. Todo hombre que te busca de seguro va a pedirte algo.
¡Y tú osas impacientarte! ¡Y tu osas pensar: “Qué fastidio”! ¡Infeliz! ¡La ley escondida que reparte, misteriosamente, las excelencias se ha dignado otorgarte el privilegio de los privilegios, el bien de los bienes, la prerrogativa de las prerrogativas: ¡dar! ¡Tu puedes dar!
¡En cuantas horas tiene el día, tú das, aunque sea una sonrisa; aunque sea una palabra de aliento, aunque sea un apretón de manos! En cuantas horas tiene el día, te pareces a Él, que no es sino dación perpetúa, difusión perpetua y regalo perpetuo.
Debieras caer de rodillas, ante el Padre y decirle: ¡Gracias porque puedo dar, Padre mío! ¡Nunca más pasará por mi semblante la sombra de una impaciencia!
“En verdad os digo que vale más dar que recibir.”
[4]

“La instrucción gramatical… puede proporcionar un bagaje lingüístico y teórico importante, desempeña un papel relevante en los procesos de corrección y revisión del escrito, durante la composición del texto, etc.”
[5]

Presentación.
Se encarga de la ejecución del texto.
Tanto los textos orales como escritos deben presentarse a la audiencia o a los lectores, respectivamente. En cualquiera de las dos formas deberá tenerse en cuenta la forma en la que se llevará a cabo y considerar los recursos para cada una de las manifestaciones.

Canal oral
La presentación oral incluye cuestiones muy variadas, que van desde el dominio de los códigos no verbales hasta aspectos paralingüísticos, como el control de la voz, las pausas y las entonaciones. La presentación varía según el tipo de texto oral; las habilidades necesarias para los textos plurigestionados (conversaciones, diálogos, entrevistas, etcétera) son muy diferentes de las que requiere un texto monogestionado (exposición).
Cuando realicemos una exposición es conveniente utilizar un guión de trabajo, elaborar notas o esquemas, además de ensayar el tono de la voz y colocarnos en un lugar visible para toda la audiencia; no mostrar mucho movimiento pero tampoco estar rígidos.
Canal escrito
Hay documentos o escritos que ya están predeterminados e incluso ya se venden los formatos elaborados e incluye espacios para ser llenados por los usuarios, como las notas de venta, los recibos y pagarés, entre otros, las cartas incluso tienen una forma, aunque no la vemos tal cual, sin embargo hay otro tipo de textos que no están sujetos a la rigidez de los anteriores, por ejemplo, los trabajos para entregar en la escuela, aun cuando se tienen que seguir alguna normas básicas el contenido básicamente es responsabilidad de su creador.
El documento, como nuestro producto, debe respetar un margen, poseer un título, estar integrado en párrafos, incluir algunos dibujos o esquemas, así como la extensión, entre más grande sea deberá reunir más partes en su estructura, las diferentes partes están limitadas al tipo de texto: si es un texto narrativo (cuento o novela: planteamiento o inicio, nudo, clímax, desenlace), teatro o drama, poesía o si es un texto expositivo deberá contener: índice, introducción, desarrollo, conclusión, bibliografía, número de página, incluir el aparato crítico (esto último dependerá del tipo de texto).

Estilística.
Se refiere a los recursos retóricos o literarios utilizados.
Analiza la capacidad expresiva general de un texto, es decir: la riqueza y la variación lingüística, la calidad y la precisión del léxico, etc. Engloba los diversos recursos verbales, retóricos, literarios y comunicativos que se utilizan para producir textos, desde el uso maduro de la sintaxis hasta las metáforas o cualquier otra figura poética.
Los juegos de palabras, las ambigüedades premeditadas, los dobles sentidos, las preguntas enfáticas, entre otros recursos estilísticos sirven para embellecer el texto, para afinarlo y favorecen la comunicación.

[1] Fuentes, G. (1996). Obras incompletas. Madrid: Ediciones Cátedra.[2] Ende, M. (1999). La historia interminable. (16ª reimpresión). México: Alafaguara.[3] El diccionario afirma que la mofa se considera una burla o befa.[4] Nervo, A. (s.f.) "Plenitud".[5] Cassany, D. (1989). Describir el escribir. Cómo se aprende a escribir. (12ª ed.), (p. 86). Barcelona: Paidós.

Tema 2. Estructura del texto: Externa (Forma) e Interna (Fondo)




Antes de continuar con el tema es preciso que consideremos las partes que componen al texto; párrafos anteriores mencionamos las palabras estructura y estructuración, ambas tienen que ver con la presentación del texto. Es decir, la forma y el fondo de un texto conforman la estructura[1] de éste.

Se entiende por forma, la manera en la cual está compuesto un texto y el fondo está en relación directa con el contenido o lo que se quiere transmitir, la información, es decir, tiene que ver con lo que se expresar: pensamientos, sentimientos, ideas, entre otros; es decir, la forma la proporcionan las palabras, son los giros gramaticales que integran el texto y el fondo, lo que se expresa. 


Esto es importante para que no nos ocurra lo que le sucedió a Alicia en el país de las maravillas en el capítulo “Una merienda con locos”, a saber:
“… «¡Vaya! Parece que nos vamos a divertir un poco», pensó Alicia. «Me alegro de que les guste jugar a las adivinanzas…», y añadió en voz alta: «Creo que sí sé la solución».
«¿Cómo? ¿Quieres decir que piensas decirnos la solución?», preguntó sorprendida la Liebre de Marzo.
«Precisamente » contestó Alicia.
«Entonces», continuo la Liebre, «debieras decir lo que piensas.»
«Pero ¡si es lo que estoy haciendo!», se apresuró a replicar Alicia. «Al menos…, al menos pienso lo que digo…, que después de todo viene a ser la misma cosa, ¿no?»
«¿La misma cosa? ¡De ninguna manera!», negó enfáticamente el Sombrerero. «¡Hala! Si fuera así, entonces también daría igual decir ‘veo cuanto como’ que ‘como cuanto veo’».
«¡Qué barbaridad!», coreó la Liebre de Marzo. «Sería como decir que da lo mismo afirmar que ‘me gusta cuanto tengo’ que ‘tengo cuanto me gusta’».
«Valdría tanto como querer afirmar», añadió el Lirón, que parecía hablar en sueños, «que da igual decir ‘respiro cuando duermo’ que duermo cuando respiro’».
[2]

Como se puede apreciar en el diálogo el orden de las palabras (forma) proporciona un significado diferente (fondo).
Ejemplifiquemos lo anterior con las siguientes estructuras:

La última ecuación


Fue un trabajo abrumador, para dejarlo sin aliento.
Distribuido en párrafos. Diez años estuvo encerrado en la biblioteca, sin salir, colmando hoja con hoja, volviéndolas a leer, viajando por el prodigioso universo de matemáticas que creaba lentamente.
Al llegar al décimo año, vio perfilarse la silueta del resultado: la última ecuación, la perfecta solución, la prueba matemática de la existencia de Dios.
Tuvo que recurrir a innumerables posibilidades: a edificar un modelo exacto y teórico del universo; reunir un millón de coordenadas y atarlas en apretados rimeros, quemar todo y pesar las cenizas. Mas ahora conocía la última ecuación y la formulaba, la demostraba. Sencilla como era, abrumaba un millar de hojas. Trabajó veinte horas diarias. Y en tres meses de trabajo agotador, dio fin a la tarea, al descubrimiento definitivo del genio humano.
Trazó la última línea, dibujo amorosamente la última letra, la subrayó dudando un momento antes de añadir la palabra “fin” en mayúsculas.
Y entonces la voz todopoderosa, majestuosa y tonante, brotó de todas partes y de ninguna. Dio un salto, lleno de susto.

–Está bien –dijo la voz–, me has encontrado. Ahora te toca a ti esconderte. Voy a contar un millón de años. Y no hagas trampa…


Gerard Klein



Deseo


¿No ves cuál prende la flexible yedra
entre las grietas del altar sombrío?
Pues como enlaza la marmórea piedra
quiero enlazar tu corazón, bien sobre el mío.

Distribuido en estrofas¿Ves cuál penetra el rayo de la luna
las quietas ondas sin turbar su calma?
Pues tal como se interna en la laguna,
quiere bajar al fondo de tu alma.

Quiero en tu corazón, sencillo y tierno
acurrucar mis sueños entumidos;
como al llegar las noches del invierno
se acurrucan las aves en sus nidos.


Manuel Gutiérrez Najera.


El gran teatro del mundo

Auto sacramental alegórico
Pedro Calderón de la Barca
PERSONAS
[EL AUTOR.]
[EL MUNDO.]
[EL REY.]
Acotación de elenco
[LA DISCRECIÓN.]
[LA LEY DE GRACIA.]
[LA HERMOSURA.]
[EL RICO.]
[EL LABRADOR.]
[EL POBRE.]
[UN NIÑO.]
[UNA VOZ.]
Acotación de actuación
[Acompañamiento.]
Sale el AUTOR con manto de estrellas y potencias en el sombrero.
AUTOR: Hermosa compostura
de esa varia inferior arquitectura,
que entre sombras y lejos
a esta celeste usurpas los reflejos,
cuando con flores bellas
el número compite a sus estrellas,
siendo con resplandores
humano cielo de caducas flores.
Campaña de elementos,
con montes, rayos, piélagos y vientos:
con vientos donde graves
te surcan los bajeles de las aves;
con piélagos y mares donde a veces
te vuelan las escuadras de los peces;
con rayos donde ciego
te ilumina la cólera del fuego;
con montes donde dueños absolutos
te pasean los hombres y los brutos:
siendo en continua guerra
monstruo de fuego y aire, de agua y tierra.
Tú, que siempre diverso,
la fábrica feliz del universo,
eres, primer prodigio sin segundo,
y por llamarte de una vez, tú el Mundo,
que naces como el Fénix y en su fama
de tus mismas cenizas.
(Sale el MUNDO por diversa puerta.)

Distribuido en diálogo directoMUNDO: ¿Quién me llama,
que desde el duro centro
de aqueste globo que me esconde dentro
alas viste veloces?
¿Quién me saca de mí? ¿Quién me da voces?

AUTOR: Es tu Autor Soberano.
De mi voz un suspiro, de mi mano
un rasgo es quien te informa,
y a su obscura materia le da forma.

MUNDO: Pues ¿qué es lo que me mandas? ¿Qué me quieres?

AUTOR: Pues soy tu Autor, y tú mi hechura eres,
hoy, de un concepto mío
la ejecución a tus aplausos fío.
Una fiesta hacer quiero
a mi mismo poder, si considero
que solo a ostentación de mi grandeza
fiestas hará la gran naturaleza;
y como siempre ha sido
lo que más ha alegrado y divertido
la representación bien aplaudida,
y es representación la humana vida,
una comedia sea
la que hoy el cielo en tu teatro vea.
Si soy Autor y si la fiesta es mía,
por fuerza la ha de hacer mi compañía.
Y pues que yo escogí de los primeros
los hombres, y ellos son mis compañeros,
ellos, en el Teatro
del mundo, que contiene partes cuatro,
con estilo oportuno
han de representar. Yo a cada uno
el papel le daré que le convenga,
y porque en fiesta igual su parte tenga
el hermoso aparato
de apariencias, de trajes el ornato,
hoy prevenido quiero
que, alegre, liberal y lisonjero,
fabriques apariencias
que de dudas se pasen a evidencias.
Seremos, yo el Autor, en un instante,
tú el teatro, y el hombre el recitante.


Si en este momento tienes dudas sobre lo que se acaba de explicar es conveniente que, antes de seguir avanzando, leas el texto denominado La composición de un texto, éste a diferencia del anterior está centrado en el texto expresivo, esto te ayudará a aclarar tus ideas o a precisar información.


[1] Estructura es sinónimo de arreglo, disposición, distribución, orden. Con respecto al texto narrativo diríamos que es la manera general como se correlacionan las partes de la historia relatada.[2] Lewis, C. Alicia en el país de las maravillas.

Tema 1. Texto: Conceptos










Respecto al concepto de redacción vamos a partir de la idea de ¿quién sabe escribir? La persona que dibuja unas letras desordenadas y de trazo imperfecto, la que tiene una buena caligrafía o quien tiene la capacidad para comunicarse coherentemente por escrito. Por supuesto que ésta última. Y ¿quién tiene esta capacidad? ¡Sólo los escritores! Claro que no. Ya lo comprobaremos a lo largo del curso, pues ésta es la intención, que seamos capaces de escribir un texto breve o extenso, según se quiera.
Por texto comprenderemos que es la “unidad lingüística comunicativa fundamental, producto de la actividad verbal humana. Se caracteriza por su cierre semántico y comunicativo y por su coherencia… formada a partir de la intención comunicativa del hablante de crear un texto íntegro y, también, a partir de su estructuración…”
[1]
Un texto expresivo es aquél que nos permite manifestar nuestros sentimientos o emociones. La fuerza de su intención comunicativa radica en los recursos del lenguaje que utiliza el autor para dar énfasis.
Como se puede apreciar, cada uno de los términos está íntimamente relacionado y para poder generar la redacción de un texto expresivo debemos tener una serie de microhabilidades, que van desde conocer el abecedario (para formar sílabas y luego palabras, que nos darán oraciones y enseguida párrafos y estos a su vez textos), tener una letra legible (cuando se escribe a mano), saber qué decir (información o ideas) y cómo lo vamos a decir (estructura del texto) y qué impresión deseamos generar en el receptor o saber para qué escribimos.
Así nos abocaremos a conocer el proceso para generar un texto. Más adelante nos acercaremos a las propiedades textuales, porque antes de empezar con la teoría es necesario para nosotros saber si te imaginas como un escritor, es decir, ¿te gusta escribir? ¿Te sientes bien cuando escribes? ¿Qué te motiva a escribir? ¿Cuándo escribes? ¿Dónde escribes? ¿Consideras el acto de escribir como una forma de comunicación?
Estas cuestiones son importantes porque la tecnología con la que actualmente contamos nos orilla a revalorar este acto, el de la escritura. Escribimos mensajes en el celular, cuando chateamos entablamos una conversación, además, con la escritura y elaboramos correos electrónicos. Quizá cada uno tenga su propio proceso, sin embargo están sujetos al uso del abecedario y con ello a un código. Como todo proceso de escritura.
La lengua escrita es un complejo sistema de comunicación, si se le quiere mirar de esta manera, sin embargo puede ser interpretada de otra forma: implica, por un lado, conocer la gramática española y, por el otro, la estructura del texto, es decir, aspectos como coherencia, cohesión y originalidad del escrito, entre otros. Y no debemos descuidar ninguno de los detalles, sobre todo si queremos transmitir ideas claras.
En esta unidad no vamos a limitar la creatividad de tu imaginación ni restringiremos el uso de un estilo formal y elegante o uno coloquial, simplemente dejaremos que tu estilo al escribir sea claro.
¡Cómo llenar una hoja en blanco!
Proceso:
Escribir es apuntar en una hoja blanca todo lo que se piensa sobre el tema.
No cometer errores de ortografía.
Escribir rápido para no olvidar una sola idea.
No se necesita revisar o reescribir (reelaborar) el texto.

¡Correcto! Con esto ya está mi texto.
Pero ¿tú crees que es así de fácil? O ¿es éste el proceso adecuado? ¿Estás de acuerdo con ello? ¿Cómo llenas tú una hoja en blanco? ¿Puedes describirnos tu proceso para elaborar un texto?
Si no sabes cómo empezar o no coincides con el proceso antes descrito, te invitamos a revisar el documento denominado Proceso de composición.
[1] Bernández, E. (1982). Introducción a la Lingüística del Texto. Madrid: Espasa-Calpe. Cit. por Cassany, D., Luna, M. & Sanz, G. (1994/2002). Enseñar lengua (p. 314). (8ª ed.) España: Grao.